
Muchos tratamientos dentales se vuelven más caros y complicados no por el problema en sí… sino por la manera en que se planean (o no se planean). Estos son los errores más frecuentes:
Error 1: Esperar a que duela
Cuando dejas que el problema avance, el tratamiento se vuelve más extenso, costoso y molesto. La prevención siempre será más barata que la solución.
Error 2: No pensar en el pago
Ir al odontólogo sin un plan de ahorro puede dejarte ante la difícil decisión de posponerlo o endeudarte.
Error 3: Elegir solo por precio
Lo barato puede salir caro. Un buen profesional y materiales de calidad garantizan resultados duraderos y seguros.
Cómo evitarlos
Haz chequeos periódicos, empieza un plan de ahorro con tiempo y elige especialistas confiables.
